jueves, 24 de septiembre de 2015

Y por fin: LA LECHUZA

Desde que me aficioné a la fotografía de naturaleza, siempre ha habido un animal por el cual me obsesioné: La lechuza. Obsesionado. Si, obsesionado. Siempre le daba la paliza a mis compañeros de fatigas, contándoles las ganas de ver y fotografiar a esta misteriosa especie. En pocas ocasiones pude verla volar por la parte antigua de Cáceres, escucharla en algún pueblo perdido en mitad de la noche,  pero no eran más que encuentros fugaces. Cuando menos me lo esperaba, en una noche de este verano, junto a mi amigo Mario Cea, la escuchamos, seguimos su pista y días posteriores pudimos fotografiarla en varias sesiones junto al propio Mario, Alejo Leal (mil gracias por todos esos ratos que pasamos antes y después de colocar las cámaras, y por ayudarme a no madrugar) y Manolo Montero "El artificiero" que con sus inventos y archiperres, nos facilitaron muchísimo este trabajo.
En las siguientes fotos se puede apreciar como traían unas 15 presas por noche entre el macho y la hembra, y consiguieron sacar adelante a 4 polluelos, que se hicieron casi tan grandes como los adultos. Con esta entrada, también quiero hacer referencia, a lo beneficioso que es este animal, para nuestros campos y cultivos, ya que sanean y evitan plagas de todo tipo de roedores.